de problema tú mismo. Además, puedes ofrecer al consejero información muy valiosa. En tercer lugar, nota también que es a los que Dios ha colocado providencialmente en tu camino que se te manda restaurar. No se te llama a un ministerio en que busques casos potenciales para aconsejar (no hay necesidad de esto, en realidad; ¡el camino de Jericó está lleno de víctimas!). El miembro que vaya buscando problemas entre sus hermanos está pecando; se ha vuelto un entremetido (2.a Tes. 3:11). Su tarea es
Page 16